20 mayo 2024

Funcionario Aduanero

En la costa, montaña y selva, con firmeza y sin desmayo, el aduanero vigila, bajo sol, lluvia y rayo. Guardián de nuestras puertas, protector del comercio honesto, custodia el paso de bienes, con su ojo siempre presto.

Con uniforme impecable, y mirada de centinela, revista cada cargamento, cada caja y cada tela. En el puerto y en la pista, su misión es clara y noble: velar por la economía, defender al pueblo y al pobre.

Papeles, sellos y firmas, su herramienta cotidiana, en su manos está el control, de la balanza soberana. Contra el fraude y el contrabando, lucha firme y sin cesar, por un Perú más justo, siempre dispuesto a actuar.

Conoce de leyes y normas, de aranceles y de tasas, su labor es precisa, sin cabida a falsas trazas. En la selva más espesa, o en el puerto más remoto, su deber nunca se amilana, con corazón devoto.

Así, en su puesto incansable, día y noche, siempre fiel, el aduanero peruano, es centinela y es laurel. Defensor de nuestras puertas, protector del bien común, con su labor silenciosa, fortalece a nuestro Perú.




No hay comentarios:

Publicar un comentario