Algunas mujeres prefieren estar poniendo ‘Me Gusta’ a estar sobre (o debajo) de sus parejas. ¿Qué está fallando?Esther Vargas@esthervargasc en Twitter
Yo confieso que amo Facebook; que, al despertar, miro Twitter y Facebook –en ese orden–; que, a la hora de dormir, lo último que veo no es la cara de mi pareja, sino el muro de mis contactos. Yo confieso que, después del sexo, miro Facebook. Yo confieso que, antes del sexo, seguro he mirado Facebook. Pero nunca –gracias a algún dios 2.0– he preferido Facebook a un buen polvo. Al menos hasta hoy (gracias love). No sé mañana.
Por eso, llamó poderosamente mi atención que una chica especialmente sensual y sexual de mi Facebook pusiera ‘me gusta’ a una noticia que no puede gustarle a nadie –todavía humano–: un 20% de las mujeres prefiere Facebook al sexo. Plop, suspiré. Y me animé a preguntarle por qué. Sí, Facebook es bonito. Ahí están nuestros amigos y enemigos, nuestros más conocidos desconocidos, nuestros amados-odiados ‘ex’, nuestras fantasías, y hasta nuestra mamá.
Es bonito, pero hay vida más allá de la red de 800 millones de usuarios creada por Mark Zuckerberg. Hay vida, y hay sexo. Estaremos muy ‘conectados’ y llenos de gadgets, pero hay que sentir y dar ‘toques’ de verdad.
Sospechaba que, para preferir Facebook al sexo, hay que tener un amante muy malo, como el de esta chica –de 26 años–, que comenzó a quejarse de un año de poses sin creatividad, de la obsesión de su chico por meterla y meterla, sin detenerse en el apasionante y húmedo recorrido de su vulva.
Hombrecito que cree que las tetas son para apoyarse y no para acariciarlas. Pero este tipo, además, hace estúpidas preguntas. Léase: “¿Te gustó?” o “¿Verdad que soy el que mejor te lo ha hecho?” Hombre bobo que incluso pide matrimonio al penetrarla, para luego decir que jamás se casará.
Y, posteriormente, el cliché de comer abundante, de roncar y soltar peditos. Triste, como para clavarse en Facebook y esperar que alguien te invite a salir, a perderte, a vengarte.
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Por eso, llamó poderosamente mi atención que una chica especialmente sensual y sexual de mi Facebook pusiera ‘me gusta’ a una noticia que no puede gustarle a nadie –todavía humano–: un 20% de las mujeres prefiere Facebook al sexo. Plop, suspiré. Y me animé a preguntarle por qué. Sí, Facebook es bonito. Ahí están nuestros amigos y enemigos, nuestros más conocidos desconocidos, nuestros amados-odiados ‘ex’, nuestras fantasías, y hasta nuestra mamá.
Es bonito, pero hay vida más allá de la red de 800 millones de usuarios creada por Mark Zuckerberg. Hay vida, y hay sexo. Estaremos muy ‘conectados’ y llenos de gadgets, pero hay que sentir y dar ‘toques’ de verdad.
Sospechaba que, para preferir Facebook al sexo, hay que tener un amante muy malo, como el de esta chica –de 26 años–, que comenzó a quejarse de un año de poses sin creatividad, de la obsesión de su chico por meterla y meterla, sin detenerse en el apasionante y húmedo recorrido de su vulva.
Hombrecito que cree que las tetas son para apoyarse y no para acariciarlas. Pero este tipo, además, hace estúpidas preguntas. Léase: “¿Te gustó?” o “¿Verdad que soy el que mejor te lo ha hecho?” Hombre bobo que incluso pide matrimonio al penetrarla, para luego decir que jamás se casará.
Y, posteriormente, el cliché de comer abundante, de roncar y soltar peditos. Triste, como para clavarse en Facebook y esperar que alguien te invite a salir, a perderte, a vengarte.
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