Francisco Teófilo Oyarse Guevara, mi
padre y guía espiritual nació un 23 de Julio de 1950 en Chepén[1]. Su infancia y adolescencia se desarrolló en los
hermosos valles y campos de cultivo de arroz y caña de azúcar que abundan en
los centros poblados de Chafán Grande[2];
Mariscal Castilla y Limoncarro[3]
donde realizó sus estudios de Educación Primaria rodeado de sus padres y
familiares más cercanos que siempre lo recuerdan con nostalgia.
Recogiendo los
testimonios de los familiares cercanos pude comprobar que fue un niño inquieto,
respetuoso, responsable, cariñoso y muy aplicado en los estudios. Mi abuelo le
puso como sobrenombre “Torito de las Viñas” debido a su carácter indomable y
perseverante cuando se trataba de alcanzar sus propios sueños de grandeza.
Precisamente
dicha personalidad lo condujo a abandonar la tierra que lo vio nacer para
conquistar Lima, cuando apenas estaba por cumplir la mayoría de edad con el
firme propósito de continuar sus estudios de Educación Secundaria en la Gran
Unidad Escolar Nuestra Señora de Guadalupe, considerado el Primer Colegio
Nacional del Perú.
Recuerdo lagunas
tardes de domingo cuando me contaba con orgullo que tanto su estancia en Lima como
sus estudios fueron íntegramente solventados por su trabajo, realizando
diversos oficios como ayudante de albañil, repartidor de bebidas, mozo en
restaurante, mensajero, entre otros. Su relato culminaba con un afectuoso
abrazo diciendo: “Todo lo que yo sufrí, padecí y sacrifiqué para conquistar
Lima y llegar a ser quien soy, TU mi “jota ge” (JG) tienes el deber de
compensarlo con mayor estudio, trabajo y esfuerzo por superarme. Sólo así,
habrá valido la pena”.
Para ponerme la
valla bien alta, mi amado padre ingresó a la Facultad de Ciencias Contables y
Finanzas Corporativas de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega destacando rápidamente
en los estudios por su gusto y pasión por la lectura; llegando a graduarse y
titularse como Contador Público Colegiado. Luego realizó diversos estudios de
especialización llenando la sala de Diplomas hasta convertirse en un
prestigiado Auditor.
Mis recuerdos me
permiten ver a mi padre saliendo muy temprano de casa con su terno impecable,
zapatos bien lustrados, camisa almidonada, corbata elegante, cabello bien
peinado con brillantina y portando su reluciente maletín de cuero para cumplir
sus labores diarias como Contador General en diversas empresas privadas a
quienes brindó con verdadera pasión su servicio profesional durante la década
de los 80 y 90, tiempos en los cuales el Perú estuvo pasando por una aguda
crisis económica; que puso a prueba su talento, optimismo y gran calidad humana.
No puedo
terminar esta breve reseña de mi venerado padre sin reconocer que su mejor
legado es haberme enseñado con el ejemplo a ver el lado positivo de las cosas,
a enfrentar la vida con marcada alegría, a reconocer la importancia del estudio y el trabajo con responsabilidad; y sobre todo a ser perseverante en el
cumplimiento de la misión que me encargó.
Gracias Papá por
ser el mejor ejemplo de superación constante.
Gracias mi
querido viejo porque sé que desde el cielo aún me proteges.
[1] Chepén fue anteriormente distrito de la provincia de
Pacasmayo, actualmente es reconocida como Provincia creada por ley 2391 del 6
de septiembre de 1984, durante el gobierno del Presidente Fernando
Belaúnde.Está conformada por los siguientes distritos: Chepén con su capital la
ciudad de Chepén; Pacanga con su capital el pueblo de Pacanga, que se elevó a
la categoría de villa por dicha ley y Pueblo Nuevo con su capital el centro
Poblado de Pueblo Nuevo, que se elevó a la categoría de villa por dicha ley.
[2] El pueblo
de Chafan Grande se localiza en el
distrito de Guadalupe, perteneciente a la provincia de Pacasmayo del
departamento de La Libertad, Perú.
[3] Limoncarro
desde los años de 1930 o 1940 fue una Hacienda perteneciente al grupo
Gildemeister cuyo dueño era el alemán Juan Gildemeister, también dueño de la
Hacienda Casa Grande por esa época. Limoncarro fue una de las más grandes
haciendas arroceras del Perú, ya que se cultivaba más de 4000 hectáreas de
dicho cereal. Después de la reforma agraria de Velasco Limoncarro y Mariscal
Castilla se convirtieron en Centro Poblado Menor dependiente de la
Municipalidad distrital de Guadalupe en la provincia de Pacasmayo.