Converso
más de
una vez en el día
de cosas
que nadie entendía,
en un
mundo de ilusiones
y
acariciadas pasiones.
Converso
hasta de
madrugada
cuando
nadie dice nada
a la
espera de entender
que
significa renacer.
Converso
en pleno
estadio de fútbol repleto
donde el
bullicio es más lento
a la
espera de poder hacer el gol
que nos
haga sentir campeón.
Converso
con
versos traviesos e inquietos
para
darle sonido auténtico a mi voz
volviendo
a cada palabra un soneto
y a cada
rima dándole un nuevo color.
Converso
con
versos singulares y profanos
queriendo
tocarte sin las manos
pero
acariciando tu rítmico latido