Quisiera
conocer el futuro de mis hijos
ahora
que están por alzar el gran vuelo,
quisiera
descubrir más de mil acertijos
para
ayudarlos a vencer cualquier duelo.
Es
difícil aceptar que mis hijos han crecido
sin
apenas darme cuenta de su madurez
quizás
por temor de verlos abandonar el nido
que
los cobijó desde que brillaron al nacer.
Mi
vida está llena de mil recuerdos inmensos
cuando
aprendieron a dar sus primeros pasos
o
cuando nos abrigamos en días de fríos intensos
o
cuando al llegar a casa solo bastaban sus abrazos.
Quien
pudiera detener un poquito más el tiempo
cuando
jugábamos juntos entre bromas y risas,
sin
ver en la televisión tantas malas noticias,
ni preocuparnos por no tener mayor pasatiempo.
Quisiera
tener aquel don de predecir el mañana
para
advertirles que camino ellos deben tomar,
o
simplemente hacer sonar la gran campana
cuando
estén de pronto a punto de tropezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario