03 noviembre 2015

Lesión Futbolera

Una lesión futbolera
me quiere alejar de las canchas de fulbito temprano
como si se tratara de algún deporte para mi profano.

Una lesión futbolera
que apareció de manera repentina una tarde de mayo
no me permite retornar a las canchas sin otro desmayo.

Una lesión futbolera
me quiere alejar de los tres maderos donde soy arquero,
o donde disfruto jugar buscando ser en todo el primero.

Una lesión futbolera
me recuerda que he recorrido varios calendarios completos
quienes me pasan la factura en estos dolorosos momentos.

Una lesión futbolera
me recuerda que debo proteger mis extremidades inferiores
para evitar que se generen o repitan consecuencias mayores.

Una lesión futbolera
ha despertado mi fe inquebrantable en la recuperación
y hago de todo para volver a ser aquel arquero sensación.

Una lesión futbolera
Pretende ponerme un poco triste y en una gran encrucijada
Pero me motivan mis recuerdos de los días en que yo jugaba.

Una lesión futbolera
forma parte de un capítulo importante de mi vida deportiva
y no puedo negar que sólo espero que acelere ya su partida.

Una lesión futbolera 
me permite utilizar por fin el botón de pausa activa
para refugiarme sin quererlo en esta poesía emotiva. 

Una lesión futbolera
intenta quizás que se adelante mi despedida de la canchas

pero olvida que tengo optimismo y voluntad a manos anchas.

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