Mi padre
y abuelo
son dos
seres geniales,
caminan
siempre unidos
por
quebradas y nidos,
contagian
la alegría
de
compartir su día,
entregan
tanto cariño
que te
vuelven más niño.
Mi padre
y abuelo
son dos
seres monumentales,
porque
tienen la simple manía
de
contagiar su amplia alegría,
y te dan
aquella mano franca
cuando
todo el mundo se aparta,
porque
han sido finamente forjados
con el
oro de nuestros antepasados.
Mi padre
y abuelo
son dos
seres geniales,
por ellos
siento que respiro
alegre,
soñador, querido;
formo
parte de su historia
y parte
de su mágica memoria,
por ellos
camino confiado
de mi
orgulloso pasado;
y por
ellos insisto,
confío
más en Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario