La vida es hermosa
cuando tienes padre,
aunque no la madre,
que te dé su choza.
Al tomar su abrigo,
siento el calor,
su glorioso amor
y su voz de amigo.
Un padre de frío
llora si tú lloras,
ríe si lo adoras,
un padre es el mío.
No es un renegón,
no es un pegador,
es todo un amor,
es mi corazón.
Si yo pudiera
ser dueño del mundo,
con mi amor profundo,
fueras mi pradera.
Por ti todo haría,
al mundo lo armaría,
a dios yo buscaría,
en mar caminaría.
A ti doy mi amor,
mis triunfos, mis sueños;
mis llantos pequeños,
y toda una flor.
No quiero que vos llores,
quiero bajo tu pelo,
descubrir ese cielo
que impide mis temblores.
Nada puedo pedir
todo lo tengo ya,
un padre en quien sentir
inmensa felicidad.
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